Datos y análisis de Ahogamientos del año 2017
Fecha última actualización: 31/12/2017
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INFORME DETALLADO 2017
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1.263 Víctimas en 985 Incidentes con 542 fallecidos.
Se superan ampliamente los datos de 2016.
En esta entrada se realiza un seguimiento de los datos de incidentes de Ahogamiento del año 2017, así como un desglose estadístico básico.________________________________________________
INFORME DETALLADO 2017
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1.263 Víctimas en 985 Incidentes con 542 fallecidos.
Se superan ampliamente los datos de 2016.
Los datos recogen los incidentes ocurridos en el medio acuático en los que existió la posibilidad de que víctima estuviese en peligro vital por ahogamiento si no hubiera salido del agua o sido rescatada e incidentes en los que la posibilidad de sufrir un ahogamiento en el agua estuvo presente. Los datos incluyen los ahogamientos mortales y no mortales.
Debido a la metodología del estudio, no se incluyen los ahogamientos en los que las víctimas son migrantes o refugiados que intentan llegar a España por mar. Estos casos deben ser objeto de un seguimiento de forma separada al resto para evitar que se produzcan sesgos en el análisis.
Si desea más información o datos detallados para publicación en medios, por favor, contacte con nosotros.
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Todos los datos son propiedad de www.ahogamiento.com y pueden utilizarse libremente, con el único requisito de citar de forma expresa su procedencia.
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Resumen de datos según pronóstico de la víctima:
Como observamos, más del 42% de los incidentes recogidos se saldan con un resultado mortal y algo más del 20% de las víctimas son hospitalizadas o necesitan asistencia médica como consecuencia del ahogamiento. Un 30% de los incidentes se saldan sin mayores consecuencias para las víctimas.
Y todo ello se produce a pesar de que la existencia de servicios de Socorrismo hace que las cifras de fallecimientos sean menores.
Número de intervenciones:
Destacar que el número de incidentes que se recogen es muy inferior al número real de intervenciones que realizan los servicios de socorrismo y por tanto esta es sólo una aproximación a la realidad del mapa de riesgo de nuestro país, que seguramente es mucho más compleja.
Basándonos en la recogida de las noticias que se publican con estadísticas sobre el número de intervenciones de algunos servicios según el listado que se muestra a continuación, estimamos que en España se realizan un mínimo de entre 8.000 y 10.000 intervenciones en incidentes acuáticos tan sólo durante la temporada de verano en las zonas de baño vigiladas.
Es por tanto, prioritario establecer un sistema de declaración obligatoria y recogida de los datos de todas las intervenciones relacionadas con incidentes en el agua que permita estudiar el problema en su totalidad. Según un estudio realizado en 2011 en Australia, la posibilidad estadística de fallecer por ahogamiento es 200 veces mayor que la de hacerlo en un accidente de tráfico.
Mapa de ahogamiento de menores 2017
Gráfico 1
Pronóstico de las victimas involucradas en incidentes de Ahogamiento desde el 1 de Enero de 2017
Los varones siguen siendo la población que sufre un mayor número de incidentes y por tanto las víctimas mortales también son mayoría de hombres: 75% frente a 25%.
En los rescates y ahogamiento no mortales, este porcentaje baja a un promedio de 60% hombres y 40% mujeres, posiblemente porque las mujeres realizan actividades de menor riesgo objetivo, muestran menores habilidades acuáticas o realizan menor actividad en el agua, según indican algunos estudios.
Gráfico 2
Localización del entorno en el que se producen de los incidentes
La mayoría de los incidentes se ocasionan en las playas vigiladas, lo cual es lógico si tenemos en cuenta que la mayor parte de la actividad acuática se produce en los meses de verano, cuando los servicios de socorrismo playeros están activos. El mar y sus diversos entornos (playas, zonas costeras, puertos, etc) es con diferencia dónde más incidentes se producen.
El alto número de incidentes de las playas vigiladas frente a las no vigiladas se puede explicar además de por el mayor número de usuarios porque la existencia de servicios de socorrismo también supone una mayor disponibilidad de los datos de incidentes no mortales frente a los no vigilados dónde estos datos no se recogen o sólo cuando la víctima debe ser evacuada.
Otro factor que puede influenciar es que los servicios de socorrismo raras veces son los idóneos para cada playa por sus características y ocupación. Entonces, las actuaciones de los profesionales son principalmente reactivas, es decir, actúan cuando el incidente ya se ha producido, algo que se produce con mucha más frecuencia de lo deseable, normalmente cuando la víctima es detectada en incluso extraída del agua por otro usuario, quien avisa a los socorristas para que realicen el rescate o la reanimación.
Hay que destacar, también, que en las piscinas, (tanto las públicas o privadas que cuentan con servicio de socorrismo y las domésticas o de urbanizaciones no vigiladas), se produce un número estimable de incidentes, que aunque sea menor en cantidad no deja de ser significativo al tratarse de un entorno controlado y que debería ser mucho más seguro que el medio natural. Esto puede ser un indicador tanto de que los servicios de socorrismo no están adecuadamente dimensionados a las instalaciones, como de que se necesita revisar los estándares de vigilancia y detección de ahogamos que los socorristas de piscinas reciben en su formación y desempeño diario. En las piscinas el que la víctima no sea detectada por el Socorrista en primer lugar, puede ser indicación de una deficiencia en el operativo o en sistema o atención que se presta en la vigilancia
En ese sentido es de destacar que todavía la mayoría de los textos docentes de socorrismo se centran en la preparación técnica del socorrista, el rescate de víctimas y su reanimación, pero dedican muy poco o ningún espacio al proceso de ahogamiento y cómo detectar a una víctima en peligro de ahogamiento. Para establecer un paralelismo, esto es como si un bombero no recibiese formación sobre los distintos tipos de fuego y su comportamiento, y sólo se le formase en el manejo del material de extinción.
Gráfico 3
Número de víctimas por provincia de ocurrencia del incidente.
Evidentemente las comunidades y provincias con mayor número de incidentes corresponden a las provincias costeras con mayor afluencia estacional en sus playas, pero hay que señalar que Galicia, Asturias y Cantabria, quizá por las particulares características del Mar Cantábrico y su costas, destacan negativamente en cuanto a cifras relativas si las relacionamos con los niveles ocupación.
Las islas canarias muestran un patrón algo menos estacional que el resto por las características de su meteorología y afluencia de visitantes.
Las costas de Alicante son las que lideran las cifras de incidentes y ahogamientos mortales, seguidas de A Coruña y Tenerife.
Gráfico 4
Nacionalidad de la víctima
Más del 15% de las víctimas de incidentes son visitantes o residentes extranjeros, de los cuáles más del 50% son ahogamiento mortales y otro 20% fueron hospitalizados.
Siendo el turismo uno de los mayores motores económicos del país, estas cifras deben hacernos reflexionar sobre la idoneidad de los servicios de socorrismo que proporcionamos y la repercusión que estas cifras pueden tener en el ámbito internacional y en la industria turística.
Como líder mundial del turismo y del ocio acuático playero, España también debería ser la referencia mundial en cuanto a los servicios de socorrismo y seguridad en el medio acuático.
Gráfico 5
Tipo de Ahogamiento
En función de las circunstancias del proceso de ahogamiento y los síntomas a su rescate, la víctima es indexada conforme a la clasificación y terminología internacionalmente aceptada por la comunidad científica. Haber aspirado agua indica el inicio del ahogamiento propiamente dicho y casi siempre supone un peor pronóstico y la necesidad de reanimación cardio-pulmonar. Por desgracia, esta situación en casi la más común.
El ahogamiento es casi siempre un proceso multifactorial, en el que concurren distintos factores que condicionan el pronóstico de un incidente (edad, estado físico, nivel de dominio acuático, circunstancias del medio acuático; entorno, etc). Cuantos más factores negativos, peor será el pronóstico (por ejemplo: persona de edad avanzada, con patologías, poca habilidad acuática, etc)
En los casos en que la información no indica claramente que haya signos de ahogamiento; éste no se menciona o se puede sospechar que haya una posible causa o factor coadyuvante de origen orgánico, principalmente en personas de edad avanzada (enfermedad, IAM, ACVA, etc. muy probablemente provocados por el estrés del ahogamiento y no previos a éste), pero las circunstancias pueden hacerlo sospechar, se etiquetan como "posible ahogamiento".
Se considera que la investigación sistemática de las circunstancias de cada incidente y la disponibilidad de los datos de las autopsias pueden arrojar luz sobre este tipo de fallecimientos y cómo incidir en su prevención.
Un número importante de las víctimas son rescatadas en "Pérdida de Control", situación en la cual la víctima no puede salir de la situación de peligro sin ayuda externa, pero en la que todavía no está en peligro vital. La mayoría de estos rescates los realizan los servicios de socorrismo.
Gráfico 6
Actividad de la víctima en en momento del incidente.
La natación recreativa, es decir, el baño de ocio, es la principal actividad que realizaban las víctimas en el momento de sufrir un incidente de ahogamiento, ello puede ser un indicador de que se rebaja el nivel de atención en la seguridad personal y las medidas de auto-protección frente al ahogamiento.
También la navegación y realizar actividades deportivas o recreativas cerca o en el agua suponen una alta posibilidad de sufrir un incidente (caídas al agua en piscinas y otros entornos acuáticos), incluidos los accidentes de tráfico en los que los vehículos se precipitan en el agua.
Siempre que hay un medio acuático existe la posibilidad de un ahogamiento.
Gráfico 7
Reanimación de las víctimas.
Cuando se produce un incidente, el tiempo que la persona permanece en falta de oxígeno y hasta que se inicia las maniobras de Soporte Vital Básico son determinantes para el pronóstico de la víctima.
Afortunadamente más del 41% no requirieron reanimación, y el 20% recibieron RCP por los servicios de socorrismo o personas en la escena y posteriormente soporte vital avanzado por los servicios de emergencia. Sin embargo un 20% fue recuperado ya cadáver.
La presencia de servicio de Socorrismo o personas que prestan una RCP inmediata es un factor clave en la supervivencia. Sin embargo, hay estudios que cuestionan que la preparación o el entrenamiento de los socorristas sea el adecuado así como propuestas para que la RC se realice ya en la embarcación de rescate, sin esperar a llegar a tierra.
Aprender cómo hacer una RCP está al alcance de todos y es una habilidad con la que se puede salvar una vida en una situación de emergencia.
Gráfico 8
Presencia de servicio de Socorrismo o Vigilancia
El 61% de los incidentes se producen en lugares sin vigilancia, si bien este porcentaje hay que matizarlo y analizarlo en función de otras variables, debido a que una parte de los incidentes ocurren fuera de la temporada de baño o en ubicaciones en las que la vigilancia no siempre es posible o simplemente son entornos no susceptibles de poder tenerla (ver gráfico 2 "Localización").
Una gran parte de los incidentes se podrían prevenir con medidas de prevención y concienciación en la importancia de la auto-protección, sin olvidar las medidas de protección física en el acceso al agua (barreras, vallados).
Debemos tomar conciencia que un simple cubo con agua, la bañera de casa, o en cualquier lugar en dónde exista agua, se puede producir un incidente de ahogamiento.
Gráfico 9
Condiciones del medio acuático y banderas
Poco más del 10% de los incidentes se producen en malas condiciones del agua o con Bandera Roja, y otro 18% son con bandera amarilla. A pesar de la justificada importancia que se da a los incidentes cuando hay banderas roja o amarilla, los datos parecen indicar que estos incidentes suponen un porcentaje pequeño, aunque importante, y es indudable que se saldan con peores pronósticos, además del mayor riesgo para las víctimas y también para los rescatadores.
También implican un mayor componente conductual, debido a la intencionalidad del bañista de entrar en el agua en circunstancias más peligrosas, que o bien no se perciben como tales o suponen una infracción intencionada de las normas elementales de auto-protección, cuando no de claro desafío a las prohibición del baño que supone la bandera roja.
No deja de ser un obstáculo para la interpretación de los datos el que en más del 50% de los incidentes en estado del agua no se menciona. Sin embargo, esto no se puede interpretar como que las condiciones fueran normales o no tuvieran influencia en el incidente. Pueden serlo en algunos de ellos, pero en otros en los que las circunstancias así lo podrían dar a entender, no se anota porque los datos de la información disponible no son suficientes para hacer posible esta clasificación.
#seguridadinfantil
DATOS DE MENORES DE 18 AÑOS
(Estudio que se realiza con la colaboración de ABRISUD)
Gráfico 10
Incidentes con menores de 18 años
Los menores implicados en incidentes suponen un 17% del total de las víctimas y casi el 8% de los fallecimientos totales. Aunque la cuota demográfica de los menores de 18 años está en torno a ese mismo porcentaje (18%), no podemos obviar que es una población en la que el ahogamiento supone globalmente la segunda causa de muerte accidental, (tan sólo por detrás de los accidentes de tráfico).
Un porcentaje importante de los menores son hospitalizados como consecuencia de un ahogamiento y a pesar de la plasticidad neurológica de los niños, las secuelas pueden ser graves y precisar cuidados de por vida.
Gráfico 11
Fallecidos por edad en menores de 18 años
Cuando se analizan los fallecimientos de los menores observamos que existe un pico entre los 1-4 años, cuando los niños comienzan a andar pero todavía no tienen autonomía en el agua, que disminuye hasta que nuevamente repunta al comienzo de la adolescencia cuando aparecen comportamientos de mayor riesgo y menor supervisión adulta.
Concienciar a los adultos en la importancia de la supervisión continua es una de las piedras angulares para reducir las cifras de niños ahogados.
Gráfico 12
Localización de fallecimientos de menores de 18 años
Las piscinas domésticas son las que presentan un mayor número de ahogamientos mortales en menores, principalmente los más pequeños.
Las piscinas públicas con vigilancia también contribuyen a engrosar las cifras, algo que parece contradictorio, pero que no hace sino reafirmar el hecho de que las piscinas públicas se utilizan a menudo como "guardería" de niños con escasa o inexistente supervisión adulta.
Recordemos: la responsabilidad de la supervisión de los niños es de los adultos, el Socorrista es una capa adicional de protección.
Gráfico 13
Factores de riesgo implicados en el ahogamiento de menores de 18 años
La falta de supervisión adulta está directamente relacionada con el 25% de los incidentes de ahogamiento de menores y teniendo en cuenta que la más de la mitad de los casos las noticias no recogen datos fiables sobre las circunstancias, seguramente esta implicación sea aún mayor.
Todos los estudios apuntan que la supervisión adulta es el factor más importante y afecta a prácticamente el 100% de los incidentes de una u otra manera.
La falta de protección o la violación de las normas de seguridad (por los menores o los adultos responsables) tienen también peso importante en los incidentes y su pronóstico.
En la prevención del ahogamiento y especialmente en los niños, se han de articular varias "capas de protección": supervisión adulta; barreras de acceso al agua; dispositivos de flotación homologados; enseñanza de habilidades acuáticas; aprendizaje de la RCP por los cuidadores; etc. de modo que se consiga reducir al mínimo la posibilidad de ocurrencia de un incidente y, si ocurre, poder detectarlo e intervenir a tiempo.